jueves, 29 de julio de 2010

La educación en medios es "educación para la ciudadanía"



“La información por la información misma no alcanza. Valoramos una información que sea un insumo para la participación y la ampliación del espacio público", señala Roxana Morduchowicz, directora del programa Escuela y Medios
Este tipo de programa busca mejorar la representación de los niños y jóvenes en los medios


Como ya es sabido, los medios constituyen “nuestra plaza”, nuestro espacio de encuentro y reconocimiento, señala Roxana Morduchowicz, directora del programa Escuela y Medios, del Ministerio de Educación de la Nación. Los medios son desde su visión "la forma más extendida de generación y distribución de conocimiento". La Educación en Medios es una educación para la ciudadanía. Entender la manera en que los medios representan la realidad y nos hablan de lo que sucede, coloca a las personas en mejores condiciones para participar socialmente, destaca Morduchowicz. "Una Educación en Medios es una pregunta constante sobre la manera en que damos sentido al mundo y el modo en que los medios le dan sentido para nosotros. Porque sólo preguntándonos sobre la forma en que los medios de comunicación producen significados, podremos comprender la manera en que influyen sobre nuestras percepciones de la realidad y el modo en que podemos transformarla. (…)"Los medios de comunicación son uno de los pocos escenarios que - en la percepción de los jóvenes- les pertenece y habla de ellos y a ellos. Si las identidades de los jóvenes se definen no sólo por el libro que leen, sino por los programas de TV que miran, el sitio web por el que navegan, la música que escuchan, la película que eligen y la historieta que prefieren, entonces la escuela necesita acercarse a estos consumos, para conocer realmente a sus alumnos”. Con estos principios, el Ministerio de Educación de la Nación decidió insertar esta área como una política pública y creó el Programa “Escuela y Medios”. Para promover la Educación en Medios en todas las escuelas primarias y medias del país; fortalecer el capital cultural de los alumnos; mejorar la representación de los niños y jóvenes en los medios de comunicación; brindar una visibilidad diferente a los alumnos, mediante la expresión de su propia voz; sensibilizar a las familias sobre el tema y ofrecerles herramientas para que orienten a los chicos en su relación con los medios y las tecnologías.Roxana Morduchowicz, lo describió en sus aspectos más generales, repasamos las acciones plasmadas y anticipó los proyectos más próximos.“Son varias las actividades que el Programa emprende. Entre ellas, estamos preparando la próxima encuesta de Consumos Culturales que realizamos cada 5 años. Está programado realizarla nuevamente en 2011”, nos responde rápidamente, en un día de agenda apretada (el equipo está saliendo de vacaciones, ante el receso invernal).“También seguimos trabajando con la productora de Juan José Campanella, 100 bares, una propuesta televisiva que proponga un modelo de representación diferente del adolescente, que en general aparece de manera muy estereotipada. Queremos mostrar los chicos que estudian, que se comprometen.El programa Había una vez club, con historias de adolescentes, que se emitió anteriormente por Telefé, saldrá ahora por Canal 13”.También se diseñan acciones a partir a partir de los resultados de la encuesta de consumos culturales: “Por ejemplo, en la encuesta pasada surgió que el 40% de los chicos no había ido al cine. A partir de allí diseñamos el programa La Escuela al Cine. Pronto, en las primeras semanas de agosto convocaremos una conferencia de prensa para presentar la próxima edición pero, para describirlo rápidamente, consiste en dos semanas en las cuales los alumnos pueden acceder a las entradas al 50% del costo. No se trata de proyectar las películas en las escuelas, sino de vivir la experiencia de ir al cine. Esto se extenderá todas las salas del país. Busca acortar las brechas culturales que existen entre adolescentes de sectores populares que no tienen acceso a las pantallas”. El trabajo sobre los medios y el Mundial de Fútbol tuvo muy buenos resultados desde este punto de vista: “Tuvimos mucha demanda del material, editado en formato libro y disponible vía WEB, que programaba 70 actividades para las aulas durante la Copa. Eso se trabajó en el total de establecimientos educativos: 25.000. Si bien no estaba prevista una evaluación posterior, recibimos los mejores comentarios”.
Fuente: Infancia Hoy

martes, 27 de julio de 2010

Mejorar las habilidades lingüísticas ayuda a niños sordos a incrementar su rendimiento matemático



Los niños con deficiencias auditivas en general, presentan problemas en el terreno matemático. El incremento de sus habilidades lingüísticas y de comunicación los ayuda a superar estas dificultades
El rendimiento matemático es una dificultad secundaria en estos casos
Los niños sordos mejoran su rendimiento en matemáticas cuando mejoran sus habilidades lingüísticas, según demostró un equipo de investigación de la Universidad de Málaga. El equipo, coordinado por el profesor José Miguel Rodríguez Santos, demostró que estas dificultades relacionadas con las habilidades numéricas básicas no son un aspecto inherente a la sordera sino un problema secundario provocado por las dificultades en sus habilidades lingüísticas y comunicativas.“El impacto del lenguaje en general sobre los niveles superiores de procesamiento numérico, como el cálculo o la resolución de problemas, está bien demostrado”. Gracias a esta investigación, “hemos corroborado que es una dificultad secundaria vinculada a su dominio de las habilidades lingüísticas. Por tanto, si los niños sordos resuelven sus problemas de acceso a estas habilidades de una manera efectiva, resuelven también sus problemas con el procesamiento numérico en la misma medida que lo hacen los oyentes”, afirma Rodríguez Santos. Por esta razón, se han centrado en el análisis de las llamadas habilidades numéricas básicas, tales como la “estimación de magnitud”, la “representación de línea mental numérica...”. Estas habilidades son las que deben llegar a automatizarse para un posterior buen rendimiento matemático. “Estas son tareas matemáticas que no exigen un fuerte dominio lingüístico y pueden, por tanto, realizarse sin el requisito de necesitar unas complejas instrucciones o razonamientos para afrontar la tarea”.Estos expertos han evaluado por primera vez a un grupo de niños con sordera profunda con edades comprendidas entre los 8 y los 12 años (hasta ahora los estudios precedentes evaluaban adultos), y otro grupo de niños oyentes. A través de cuestionarios, pruebas de inteligencia general, de lectura, de competencia lingüística y una batería de habilidades matemáticas realizados en centros escolares malagueños, canarios y madrileños, han seleccionado a los sujetos en “dos grupos de sujetos sordos nativos profundos divididos en sordos oralistas y sordos usuarios de la lengua de signos; y dos grupos de control de sujetos oyentes escolarizados de similar edad cronológica y de similar edad lectora”. Tras las pruebas y análisis, R. Santos y su equipo han constatado que el rendimiento de los niños sordos depende mucho de su dominio del lenguaje y de su capacidad comunicativa. “Cuando el dominio del lenguaje es bueno su rendimiento numérico es bueno”.A partir de estos experimentos han comprobado estas dos realidades: la realidad del niño sordo y la del niño oyente; y se han acercado al modo en el que abordan el aprendizaje de los números y de las habilidades matemáticas básicas unos y otros: “Los niños sordos desarrollan estrategias alternativas a las que usan los niños oyentes para conformar sus imágenes matemáticas mentales”. Por eso, resulta beneficioso el uso de otros modelos de enseñanza como la enseñanza a través de la palabra complementada, un modelo importado de EEUU que se basa en un sistema de apoyo con las manos a la lectura labial y la palabra hablada.Sin embargo, el método más beneficioso, según este grupo de investigación, son los implantes cocleares. “Hemos comprobado –asegura el profesor Rodríguez Santos- que estas las prótesis auditivas mejoran mucho las habilidades comunicativas y lingüísticas y, como consecuencia, el rendimiento numérico”. Fuente: Andalucía Innova